Reseña historica
El legado artístico de Ciudad Ojeda.
En el corazón de Ciudad Ojeda, Estado Zulia, se encuentra una de las obras de arte urbano más grandes del país: El Gran Mural. Inaugurado el 13 de diciembre de 1994, esta majestuosa obra es un símbolo de identidad y orgullo para sus habitantes. Bajo la gestión de la entonces gobernadora Lolita Aniyar de Castro, el mural nació como un homenaje a la historia, la cultura y la evolución de la región.
Más que una expresión artística, cuenta la historia de Ciudad Ojeda, reflejando sus raíces, sus luchas y sus sueños. A lo largo de los años, este espacio ha sido un punto de encuentro para la comunidad, un refugio para artistas locales y un recordatorio del valor del arte en la vida cotidiana. A través de este blog, exploraremos su significado, su impacto y las historias que lo han convertido en una pieza fundamental del paisaje cultural zuliano.
El mural más grande de Ciudad Ojeda tiene sus raíces en una estructura originalmente destinada a ser un tanque de agua potable en el sector Las Morochas. Construido en las décadas de 1960 y 1970, el tanque nunca llegó a cumplir su propósito debido a un error en su infraestructura y permaneció abandonado por más de 30 años. Luego, en 1991, el economista Édinson Martínez propuso transformar la estructura en una obra pictórica que representara la identidad de la ciudad. Así nació la "Asociación Cultural Ojeda 2000", encargada de llevar adelante el proyecto.
El mural fue diseñado y dirigido por el artista plástico Manuel Vargas, con la colaboración de Roberto Rincón y otros artistas. La obra cubre un cilindro de 42.5 metros de altura y 50 metros de circunferencia, convirtiéndose en un ícono cultural de la región. Posteriormente, en 1997, se completó la adecuación del espacio interior, convirtiéndolo en un salón de usos múltiples con capacidad para 150 personas, oficinas y áreas verdes.
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